Alimentación saludable
La población está cada vez más sensibilizada frente a la necesidad y el deseo de mantener la salud. Somos más receptivos todo lo relacionado con la nutrición y esto nos convierte también en mucho más vulnerables. Por todo ello, es necesario establecer y difundir claramente las normas generales que hay que tener en cuenta para diseñar, preparar y consumir una dieta saludable.
Cuando se establecen los criterios que debe cumplir una alimentación sana se comprueba que muchas dietas o combinaciones de alimentos pueden considerarse adecuadas para constituir una dieta saludable o prudente. La dieta media de los españoles responde a lo que viene considerándose Dieta Mediterránea, sinónima de dieta prudente y saludable, a la luz de los distintos estudios sobre la relación dieta-salud y teniendo en cuenta, además, la expectativa de vida de la población española, una de las más altas del mundo.
La variedad en la dieta es garantía de equilibrio, ya que unos grupos de alimentos aportan nutrientes que en otros grupos son deficitarios e incluso, dentro del mismo grupo de alimentos, unos pueden suplir la carencia nutricional de otros. Este criterio de variedad debe ir unido al de moderación, ya que se debe comer de todo pero sin excederse en las cantidades.
Por tanto, elegir los alimentos que formen parte de nuestra dieta es muy importante porque deben:
- Ayudar a mantener una buena salud
- Permitir disfrutar
- Encajar dentro de unos hábitos alimentarios y costumbres
El ser humano renueva continuamente sus estructuras corporales. Es necesario ingerir energía y una serie de elementos denominados nutrientes, que son sustancias esenciales que el organismo no es capaz de sintetizar, para mantener la salud. Los nutrientes que se encuentran en mayor cantidad en los alimentos reciben el nombre de macronutrientes (proteínas, lípidos e hidratos de carbono), mientras que los que constituyen una pequeña parte se denominan micronutrientes (vitaminas y minerales).